Las ciudades se enfrentan al enorme desafío de garantizar que todos los residentes dispongan de alimentos nutritivos, seguros y sostenibles, y que sean asequibles y deseables.
En 2010, Bolivia compraba 458 artículos. El año pasado, el país adquirió 501 productos. Consideran que el aumento de las importaciones conduce a una mayor dependencia del mercado internacional.